lunes, 2 de enero de 2012

Origen del año nuevo

Hace un par de días festejamos el fin del 2011 y el comienzo de un prometedor 2012 como lo venimos haciendo desde que nacemos: reunión con familia, conocidos, amigos, etc. Una comida especial, brindis, abrazos, fuegos artificiales, alegría y esperanza.

Pero como se sabe que nada existe “desde siempre”, veamos de dónde viene el festejo de año nuevo para que, como hicimos con navidad la semana pasado, entendamos un poco mejor qué es lo que festejamos o deberíamos festejar.


De Babilonia al mundo

 

El origen de esta celebración data de hace algo así como 4000 años y lo encontramos en la antigua ciudad de Babilonia (lo que es hoy Irak). Allí se celebraba año nuevo en lo que hoy sería el 23 de marzo, en el equinoccio de primavera, y la celebración duraba 11 días en los que se hacían sacrificios, procesiones y ritos de la fertilidad

¿Qué celebraran? El tiempo transcurrido entra la siembra y la cosecha. Es decir que lo que se celebraba era la aparición de nuevos brotes en la tierra que daban cuenta de una renovación del ciclo. Tanto desde el punto de vista astronómico como del agrícola, enero es el peor tiempo para comenzar simbólicamente un ciclo agra­rio o Año Nuevo. El sol no se encuentra en un lugar adecuado del cielo, como ocurre en los equinoccios de primavera y otoño y en los solsticios de invierno y verano, los cuatro acontecimientos solares que ponen fin a las estaciones. El traslado de este día sagrado se inició con los romanos.

 

Al Cesar, lo del Cesar


 Hasta el año 46 A.C., los romanos celebraban año nuevo el 25 de Marzo (justamente porque en esta fecha comenzaba la primavera), pero aunque Julio César quería que el año nuevo coincidiera con el equinoccio de primavera o con el solsticio de invierno, el Senado Romano, que utilizaba tradicionalmente el 1 de Enero como comienzo de su año oficial, se negó e impuso esa fecha como la del comienzo del año. Julio Cesar, auxiliado por el matemático Sosígenes, reformó el calendario en el año 46 A.C. haciendo llegar el 45 A.C. prolongando el año a 445 días, por lo que se conoce en la historia como “Año de la Confusión”. El nuevo calendario creado por César fue llamado, en su honor, calendario juliano.



Y otra vez, la iglesia


Como bien vimos en el mito de la Navidad, la iglesia y su expansión en el globo tuvieron una injerencia nodal en la resignificación de las celebraciones paganas.

En este sentido, nuestro ya conocido Papa Gregorio XIII dispuso la creación en 1582 del actual calendario (que en su honor se llama gregoriano) el cual inicialmente fue adoptado por los países católicos y con el tiempo paso a ser el calendario de la gran mayoría de los países. Bajo este calendario se fijó que el año comienza el 1º de enero, con la modificación de que éste se trata del día de la circuncisión de Jesús.

 

La superstición, presente

 

Mas allá de que hoy día, seguramente poca gente conozca el significado católico del año nuevo, lo cierto es que la celebración originaria que significaba el paso de la siembra la cosecha, hoy día se ha tornado más simbólica que otra cosa, significando la expresión de buenos augurios. Veamos algunos ejemplos de estos simbolismos:

·         En muchos países hispanos se acostumbra a comer 12 uvas a las 12 de la noche del día 31, una con cada campanada del reloj, y a pedir 12 deseos, uno por cada uva. Esta tradición comenzó en España y los inmigrantes la trajeron al nuevo mundo. Acá, en lugar de uvas, comemos pasas. 

·         En Brasil, las lentejas son un símbolo de riqueza y por eso el primer día del año se sirve sopa de lentejas o lentejas con arroz. Además, mucha gente realiza ceremonias en honor de Yemanja, la diosa del mar y se hacen ofrendas con flores, comida y velas.

·         Otra costumbre de los países latinos asociada con la buena suerte es el color de la ropa interior. Para comenzar el año, mucha gente en México usa ropa interior roja, en Perú, amarilla, y acá en la Argentina, rosa. 

·         En Canadá, algunas personas se ponen sus trajes de baño y salen a nadar en el agua helada.

·         Algunas costumbres del Perú incluyen sostener dinero en la mano cuando empieza el nuevo año y barrer la casa para deshacerse de la mala suerte. 

·         Tanto en México como en Perú, aquellos que quieren viajar durante el año salen a la calle con una maleta en la mano. 

·         En el sur de Asia sueltan aves y tortugas para la buena suerte. 

·         En Japón, la gente cuelga una cuerda en el frente de sus casas para atraer felicidad y buena suerte.

·         Los escoceses creen en "la primer pisada": la primera persona que entra en la casa traerá buena suerte durante todo el año. 

 

Haciendo bulla


Las fiestas de Año Nuevo están inspiradas en las que realizaban los pueblos primitivos, que pretendían reconstruir el orden a partir del caos. Por ejemplo, en las celebraciones se usaban máscaras para representar a los espíritus de los muertos. Se golpeaban tambores y tocaban cornetas, para ahuyentar a los demonios. Se permitían algunos excesos alcohólicos y sexuales, para simbolizar el desorden que pronto terminaría. En definitiva, las tradiciones de fin de año reflejaban las esperanzas de que en el nuevo año todo va a ser mejor y diferente.


Con respecto a los fuegos artificiales, que hacen tanto ruido, luces, y heridas, los mismos fueron inventados por los chinos en el siglo II antes de Cristo. Esos primitivos fuegos artificiales consistían en trozos de bambú que se tiraban al fuego. Cuando el aire interior de esas cañas se calentaba, los hacía explotar. Esos fuegos artificiales sólo se usaban en festejos. Luego, los chinos los perfeccionaron y, cuando inventaron la pólvora, los empezaron a utilizar en rituales religiosos.

 

Según desde donde se mire

 

Para nosotros el 1º de Enero se festeja el fin de un año y el comienzo de otro, pero ello no significa que para todo el mundo sea así. De hecho, dependiendo del lugar en donde se esté y principalmente la religión que se profese, la fecha de año nuevo varía notablemente. Aquí en argentina, la ley 1550 sancionada en 2004, instituyó el 21 de junio como año nuevo de los pueblos originarios, en función de que ellos lo celebran en el solsticio de invierno.

·         Para los chinos el Año Nuevo Chino no puede ser convertido a una fecha exacta del calendario gregoriano y puede ocurrir entre el 21 de enero o el 21 de febrero. Se basa en el calendario lunar utilizado tradicionalmente en China y la celebración cae en general, a la segunda luna llena, luego del solsticio de invierno boreal, que es el 21 de diciembre.

·         El pueblo judío lleva otra cuenta, ya que no coincide con el mismo calendario y tampoco toman como referencia el a.C. y d.C. Celebran su año nuevo con el “Rosh-hashanáh” y cae dentro del mes de septiembre o comienzo de octubre.

·         Algunos radicales ortodoxos celebran el 14 de enero al mantener el calendario juliano.

·         La celebración del Año Nuevo Vietnamita, celebrado junto al Año Nuevo Chino.

·         El Año Nuevo Islámico se celebra el 1 de Muharram, aproximadamente fines de enero e inicios de febrero.

·         La celebración del Año Nuevo Tibetano se celebra entre enero y marzo.

·         La celebración del Año Nuev Iraní es para el equinoccio vernal, el 21 de marzo.

·         También la celebración del Bahaísmo se da en el equinoccio vernal, el 21 de marzo.

·         En Tailandia, Camboya, Birmania y Bengala se celebra entre el 13 y 15 de abril.

·         Celebración del Año Nuevo Mapuche es el 24 de julio.

·         Celebración del Año Nuevo Inca, el 24 de julio.

·         Celebración del Año Nuevo Judío es generalmente en septiembre.

·         Celebración del Año Nuevo Etíope, el 11 de septiembre.




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